Una profesión contable comprometida con el desarrollo y la integración regional
Por: Fermín del Valle
Presidente, Federación Internacional de Contadores (IFAC)
CReCER / Contabilidad y Responsabilidad para el Crecimiento Económico Regional,
"Manteniendo el ímpetu hacia la integración regional"
San Salvador, El Salvador – 11 a 13 de Junio, 2008
Buenos días, señoras y señores, queridos amigos. Gracias por estar hoy aquí con nosotros, en esta segunda conferencia anual CReCER sobre Contabilidad y Responsabilidad para el Crecimiento Económico Regional.
Es un privilegio poder estar aquí con todos ustedes. Quiero expresar mi agradecimiento a la República de El Salvador por su generosidad como anfitriones de este evento.
IFAC está muy complacida de poder organizar esta segunda conferencia junto con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
En el fundamento de estas conferencias CReCER está el concepto de que la información financiera confiable y de alta calidad, tanto en el sector público como en el privado, es un elemento vital para el crecimiento económico y el desarrollo integral. En esta edición, además, hemos puesto especial foco en la integración regional, como otro elemento clave para facilitar ese proceso.
El objetivo último es generar riqueza y hacer que ese aumento de la riqueza fluya hacia las personas y se convierta en desarrollo, integral y sustentable.
Para lograrlo, entre otras cosas, se requiere de buena gestión tanto en el ámbito público como privado, y de mercados financieros y de capitales que funcionen eficientemente y promuevan y faciliten la inversión.
Para todo ello es esencial contar con buena información financiera y para que eso sea posible en la práctica se requiere de una profesión contable preparada para brindar servicios de la más alta calidad.
Por eso en IFAC uno de nuestros objetivos es que todos los países tengan al menos una institución de la profesión contable debidamente organizada. Estamos convencidos que promoviendo y colaborando con el desarrollo de las organizaciones profesionales de contadores, promovemos y colaboramos con el desarrollo de las respectivas sociedades y, consecuentemente, servimos al bien común.
Esta conferencia aspira a brindar un marco apropiado para que todos los actores que tienen que ver con el diseño, desarrollo, implementación, funcionamiento y supervisión de los sistemas de información financiera en la región, tengan una oportunidad de encuentro. Oportunidad que sirva no sólo para la reflexión y el intercambio de ideas sino, además y principalmente, para sentar las bases que permitan avanzar concretamente en la concepción y realización de las acciones necesarias en cada uno de los países, como así también en la identificación de posibles áreas de colaboración entre los países de la región.
Los dos planos de encuentro son igualmente importantes: el de los distintos actores dentro de un mismo país y el de los distintos países entre sí.
Voy a reiterar algo que dije el año pasado en México.
Quienes tienen a su cargo la responsabilidad sobre el sistema de información financiera, tanto del sector privado como público, en esta región, o sea, en buena medida los aquí presentes, necesitamos convencernos de dos cuestiones. La primera es que no existen razones para pensar que esta región no pueda contar con un sistema de información financiera de alta calidad, comparable a los mejores del mundo. La segunda es que si esto se logra, tendrá un importante impacto en los mercados financieros y de capitales de la región y consecuentemente en el desarrollo económico.
Más aún, estoy convencido que los países de la región están en un momento ideal para avanzar en este proceso y ser exitosos.
En el último año y medio he tenido la oportunidad de reunirme con los representantes de la profesión y con reguladores de al menos 15 países de la región. De esos encuentros surgen para mí con claridad dos conclusiones:
- En primer lugar se ha producido un significativo cambio cultural en la región. Salvo unos muy pocos casos en los que quizás todavía se requiera más discusión, la decisión de converger con normas internacionales es un hecho. También poco a poco se va imponiendo la idea de que el camino a seguir es la adopción y no la adaptación.
- En segundo lugar, se requiere entonces poner el foco en los procesos de efectiva adopción e implementación y para ello se necesitan ideas claras sobre cómo hacerlo y recursos para llevar efectivamente a la práctica esas ideas.
Esto nos lleva a una tercera importante conclusión: ya no se necesita tanto hablar y convencer, sino más bien hacer y ayudar a hacer.
Si nos focalizamos en la acción en materia de sistemas de información financiera, es preciso entonces:
- Por un lado, identificar cuáles son los elementos y condiciones que determinan un sistema de información financiera de alta calidad, tanto para el sector público como privado; y por el otro
- Definir las iniciativas más apropiadas para implantarlos exitosamente, superando los impedimentos que pudieran existir.
IFAC ha trabajado en el desarrollo de un marco para la información financiera de alta calidad y ha identificado las siguientes condiciones:
De ahí que en IFAC pensemos que es muy importante que similar educación y requerimientos éticos les sean requeridos tanto al profesional que prepara la información como al que la audita. Ambas actividades son igualmente importantes para lograr el objetivo de producir información de alta calidad.- La información debe prepararse según normas contables de alta calidad. Para IFAC éstas son las normas internacionales emitidas por el IASB.
- La información debe resultar confiable para sus usuarios y por lo tanto debe auditarse según normas de auditoria de alta calidad. Desde luego creemos que éstas son las normas internacionales emitidas por el IAASB.
- Contadores profesionales deben participar en ambas tareas. Desde luego no los mismos, pero sí en ambos casos profesionales bien formados en la materia contable. Es interesante observar que, si bien es un principio globalmente aceptado que el auditor debe ser un contador profesional, son muy pocas, sin embargo, las jurisdicciones en el mundo en las que existen reglas claras respecto de los requisitos de competencia para aquéllos que preparan la información que luego será auditada. Esta asimetría es probable que se origine en la idea equivocada de que sólo el auditor, al emitir su informe, emite información para el público, ignorando el hecho de que quien prepara la información, particularmente como parte de la administración de una entidad de interés público, también emite información para el público. Los estados financieros en sí mismos también son información emitida para el público.
- Se requiere de buen gobierno corporativo, lo que incluye el sistema de control interno.
- Los auditores deben estar sujetos, al menos en los casos de entidades de interés público, a un control de calidad independiente, y finalmente.
- Debe existir un sistema disciplinario de la profesión que abarque a todos los contadores.
Con la excepción de la cuestión del gobierno corporativo, todos los demás elementos están reflejados en las Declaraciones de Obligaciones de los miembros de IFAC (los SMOs según su sigla en inglés).
Como ustedes saben, a través de nuestro Programa de Cumplimiento, IFAC le pide a todos sus miembros, en la actualidad 157 en 123 países, que hagan sus mejores esfuerzos para promover la adopción e implementación de estas buenas prácticas en sus respectivos países, tomando como base las normas internacionales emitidas por IFAC y por el IASB.
Respecto de las 24 organizaciones profesionales de la región que son miembros de IFAC, hasta el momento se han emitido recomendaciones de políticas para 17 de ellas. En 13 casos estas recomendaciones ya han sido revisadas y confirmadas por las organizaciones profesionales. Lo que sigue son los planes de acción que las organizaciones miembro de IFAC deben preparar.
Cuando pensamos en los cursos de acción necesarios para establecer las condiciones antes mencionadas, aparecen en la región ciertas áreas prioritarias:
- En materia de normas de contabilidad
- Como dije, en general la convergencia ya no es un tema de discusión, al menos en lo que se refiere a las entidades de interés público o que deben rendir cuentas al público.
- Debe sí resolverse la cuestión que plantean las pequeñas y medianas empresas o, dicho con más precisión, las entidades que no estando entre las que deben rendir cuentas al público, deben de todas maneras presentar estados financieros con propósitos generales. En este sentido los países de esta región tuvieron un rol clave en promover el desarrollo de un proyecto de normas contables internacionales para pequeñas y medianas empresas por parte del IASB, iniciativa que IFAC apoyó firmemente. Ahora estamos próximos a tener esas normas emitidas y seguramente escucharemos sobre ello durante esta semana. Por lo tanto, de la misma manera en que los países de la región han sido campeones en impulsar la iniciativa, también deberían ahora ser campeones al implementar efectivamente estas normas una vez que sean emitidas.
- En materia de normas de auditoria
- Creo que la región está en el momento ideal para moverse hacia la adopción plena de las normas de auditoria internacionales, revisadas y modificadas según el proyecto Claridad y para hacerlo a partir de la fecha recomendada: esto es auditorías de estados financieros correspondientes a ejercicios iniciados el 15 de diciembre de 2009 o más tarde.
- Para ello se requiere contar oportunamente con una traducción al idioma correspondiente, principalmente español y portugués, como así también francés en algunos casos. Es necesario y posible comenzar a trabajar ya en esa traducción. Buena parte de las normas de auditoria ya están definidas y las que restan lo estarán a lo largo de este año. El Directorio de IFAC ha aprobado una nueva política en materia de traducciones, promoviendo una única traducción por cada idioma. Actualmente se encuentra sometido a consulta el proceso de traducción propuesto, pero todo está disponible para que quien quiera avanzar en el proceso de traducción pueda hacerlo.
- Aquí tenemos identificada una primera área de posible colaboración entre países de la Región y, muy probablemente, con los países europeos en los que se hablan esas lenguas. Lo importante es que, considerando la escasez de recursos, éstos se apliquen a lograr una única traducción de alta calidad por cada idioma, que esté disponible oportunamente y sea sustentable, o sea, también se actualice en tiempo y forma.
- En materia de normas de auditoría no se deben esperar normas especiales para las auditorías de pequeñas y medianas empresas o de empresas que no deben rendir cuentas al público. IFAC cree que las normas internacionales de auditoria son aplicables sin mayores dificultades a las auditorías de entidades de cualquier tamaño. De esta manera se asegura que cada vez que se usa la palabra "auditoría" se está haciendo referencia al mismo nivel de seguridad. Sin perjuicio de ello, a partir de los comentarios recibidos sobre la propuesta de futura estrategia del IAASB, este Consejo tiene en su agenda para el año 2009 la consideración de posibles cambios a introducir a la norma sobre Revisión de estados financieros, a la luz de las actuales necesidades del mercado.
- La adopción de las normas de auditoria internacionales implica también la adopción de las reglas de independencia contenidas en el Código de Ética de IFAC. Para ello debería trabajarse con las reglas modificadas, ya disponibles en el sitio web de IFAC y que, previa adecuación a las convenciones de redacción del proyecto Claridad, serán aprobadas hacia abril del año próximo. Aquí también se requiere un esfuerzo de traducción que habría que encarar siguiendo el mismo procedimiento que se adopte para las normas de auditoria.
- Finalmente queda la cuestión de los sistemas de control de calidad independiente de la auditoria. Aquí está prácticamente todo por hacer en la región. Sin embargo, esto puede convertirse en una ventaja, ya que existe la posibilidad de encarar un proyecto común para toda la región. No me refiero a tener un único sistema, sino más bien a desarrollar un modelo base, que contemple los elementos básicos de estructura, metodologías y financiamiento, y que luego pueda ser implementado a nivel de cada país. Esta es, pues, una tercera área para la colaboración. Las recomendaciones que sobre esta materia emitió la Comisión Europea el mes pasado podrían ser de utilidad. Esto debería permitir también que en el mediano plazo los sistemas en la región permitan el mutuo reconocimiento. Finalmente debería pensarse que una vez establecidos en los distintos países de la región los organismos a cargo de inspeccionar a los auditores, estos organismos se incorporen a IFIAR, el foro internacional de los reguladores independientes de los auditores, en el que hasta ahora sólo Brasil participa por esta región.
Resumiendo y como dije al principio: creo que es el tiempo de hacer. También es el tiempo de ayudar a hacer. Las posibles áreas de colaboración son principalmente: la capacitación en normas internacionales de contabilidad, auditoria e independencia, la traducción de las normas de auditoria y de ética a los idiomas oficiales de la región y el desarrollo de un modelo de sistema de control de calidad independiente. A esas áreas ya mencionadas agregaría una más que aparece como necesidad en la región: la implementación de sistemas de educación contínua para los contadores. He aquí cuatro potenciales proyectos, bien concretos, para que los países piensen en la posibilidad de colaboración y para que, debidamente planteados, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo analicen la posibilidad y, en su caso la forma, de proveer fondos para su concreción.
Para concluir quisiera agregar que para que la adopción de normas internacionales sea una alternativa válida y sustentable, debe venir acompañada de la decisión de participar activamente en el proceso de emisión de las normas internacionales. Por otra parte, las normas internacionales deben ser puestas en vigencia por un organismo nacional, que tenga autoridad para ello.
Estos organismos nacionales emisores de normas debieran cumplir un rol distinto al que tuvieron en el pasado y, en lugar de elaborar normas propias, debieran fundamentalmente intervenir en el proceso de emisión de normas internacionales, participando activamente en el proceso de consulta de las normas y en la provisión de ideas sobre proyectos a encarar en la materia en el futuro. Además deberían ser los encargados de llevar adelante el proceso de adopción de las normas internacionales como normas nacionales. Creo que resultaría muy útil que estos organismos se agruparan en un organismo regional, a fin de facilitar la comunicación y el alineamiento de acciones.
Cada uno de ustedes aquí, ya sea que trabajen en el gobierno, como reguladores, en una empresa o en un organismo profesional, tienen una función y una responsabilidad clave en lo que respecta a establecer las bases que permitan contar con sistemas de información financiera adecuados y confiables. Y lo más importante: debe existir diálogo y cooperación entre todas las partes. Finalmente todos tenemos el mismo objetivo, aunque distintos roles que cumplir.
Es responsabilidad de todos proteger el interés público y reconocer que esta protección requiere un gran compromiso con las normas de la más alta calidad, un compromiso con los valores éticos más elevados y requiere también la voluntad de trabajar juntos. Debemos suplir con colaboración lo que escasea en materia de recursos.
También debemos contar con las estructuras adecuadas que permitan canalizar la asistencia que puedan brindar instituciones como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Espero que, durante el curso de esta conferencia, no sólo obtengan la información necesaria para trabajar en la dirección correcta, sino que encuentren espacio para iniciar las conversaciones que permitan efectivizar la coordinación de tareas dentro de cada país y la colaboración e integración de acciones en la región.
Al trabajar juntos tanto a nivel nacional como regional podemos ser artífices de un mejor futuro para los ciudadanos de nuestras naciones.
No podemos ni debemos conformarnos con menos. Muchas gracias.