¿Avanzamos hacia normas internacionales de contabilidad o a normas internacionales de información financiera o a Normas para la cadena de suministro de información financiera?
En los países en los que no se han desarrollado mercado de capital propio se observa una clara tendencia a desconocer la verdadera esencia de las normas de información financiera, que es la preparación de estados financieros de propósito general.
La ausencia de cultura de decisiones de inversión no ha permitido conocer esa esencia; y todo propósito orientativo y regulatorio se ha hecho alrededor de cuentas y libros de contabilidad. Por consiguiente se ha desconocido históricamente a estos estados financieros como los portadores de mediciones confiables que requieren normas universales para su comprensión, explicación y aplicación global.
La ausencia de cultura de decisiones de inversión no ha permitido conocer esa esencia; y todo propósito orientativo y regulatorio se ha hecho alrededor de cuentas y libros de contabilidad. Por consiguiente se ha desconocido históricamente a estos estados financieros como los portadores de mediciones confiables que requieren normas universales para su comprensión, explicación y aplicación global.
Esta tendencia es más marcada en las regulaciones de contabilidad para entes gubernamentales donde la necesidad de una especialización en la disciplina contable es apremiante y donde la información contable a nivel de cuenta es más significativa que a nivel de estados financieros de propósito general.
Es una realidad perfectamente observable que lo que se pretende con la información en el sector gubernamental es la rendición de cuentas y no la toma de decisión por parte de inversionistas individuales. Entonces cabe preguntarse si la pretendida armonización con normas internacionales cuyo objeto es la preparación de estados financieros de propósito general, tiene algún objeto.
Ahora bien, en el ente que lidere el estudio de los estándares se debe debatir el futuro de la regulación que tiene que ver con Contaduría Publica donde los contadores somos actores importantes pero no únicos. Se necesitaran en ente Consejo pareceres y opiniones de partes interesadas en la regulación de normas contables, de información financiera, de aseguramiento de información, de educación, de desempeño profesional y ética.
El resultado normativo producto de las propuestas del CTCP resultará en esquemas regulatorios compuestos por principios, normas generales, normas técnicas, interpretaciones, guías y orientaciones.
En Colombia hemos dado una discusión informal por años donde la fuerza parecería estar al lado de los que abogan por una producción normativa propia y manifiestan desconfianza hacia la vocación financiera de las normas internacional. Esta percepción podría probarse por la existencia de un gran desarrollo normativo “la –CGN– viene trabajando desde el año 2003 el tema relacionado con los estándares internacionales de contabilidad aplicables al sector público”. Esta precepción también tiene como hecho de sustento un plan de convergencia anticipado dentro la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios. Superintendencia esta que también obedece a directrices de la Contaduría General de la Nación(CGN).
Otros actores de la larga discusión informal más bien han perdido espacio sobre todo cuando el CTCP cambió de rumbo y eliminó todo desarrollo orientativo que quedó de los antiguos pronunciamientos. Sin embargo la academia siguió nutriéndose en silencio sobre los desarrollos internacionales, y hoy hay una gran producción intelectual paseándose por los pasillos de los claustros, y por los centros de presentación oral y multimedia.
En el recién diseñado nuevo CTCP con su composición a prueba de parálisis oratoria, ya perdió el semestre que se les procuró en el tiempo para que desarrollara una propuesta de adopción convergente adaptativa.
Este nuevo CTCP se debe enfrentar a la telaraña de PUCs, unificarlos en uno solo para el sector empresarial y hacerlos más cercanos a la regulación por principio de las IFRS. También es de su resorte enfrentarse a la rivalidad auditoria-fiscalidad y lograr una figura que adopte las normas de Compilación, de Auditoria, de Revisión y otros aseguramientos de información financiera. No menos importante es su misión de ayudar a redefinir el esquema educativo alrededor de normas de IFAC hacia el desarrollo de competencias para el juicio profesional. Por último y no menos importante es la regulación sobre la disciplina contable y las de actuación profesional.
¿Todo debería acabar en más capacidad y competencias para la preparación de estados financieros de propósito general?
"La capacidad, la competencia y la conducta al trabajar sobre información financiera global" (yo)
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