La esencia de la competencia de un contador profesional cuando actúa como contador público está en la emisión de juicios profesionales en la compilación, la revisión, auditoria y otros contratos de aseguramientos de información financiera histórica. Estos juicios profesionales son requeridos para la confianza pública y para el control.
El contador profesional también puede desempeñarse en cualquiera de las ramas de la disciplina contable a nivel estratégico u operativo dentro de las empresas de negocios, empresas sin ánimo de lucro o en el sector público. En estos campos también puede prestar servicios especializados que por experiencia u otros estudios haya conseguido experiencia replicable.
En un mercado doméstico donde predomina el desempleo profesional, los empresarios prefieren contratar múltiples tareas de la disciplina contable con egresados de programas de contaduría pública. Este egresado lejos de poder acreditar competencia para dar fe pública sobre información financiera puede acreditar sin embargo experiencia laboral en manejo de software contable, preparación de formatos de información contable, diligenciamiento de declaraciones e información de impuestos, y así como otras tareas afinas al tratamiento de información contable como nóminas y control de inventarios.
La experiencia profesional en los diferentes niveles del aseguramiento se obtiene trabajando bajo la supervisión de otros profesionales de esta especialización y experiencia. Cuando se pretende un ejercicio de la Contaduría Pública a nivel de persona natural, la adquisición de esta experiencia es más problemática que a nivel de firma.
Cuando a la mayoría de los Contadores Profesionales se les ha educado y han aprendido de acuerdo a un perfil de la disciplina contable y se les ha permitido tomar caminos de especializaciones académicas diferentes al ramo profesional, entonces tenemos un problema de sobrecapacidad para lo disciplinar e infra capacidad para el ejercicio de la Contaduría Pública. El problema es grave socialmente cuando se ha vendido una profesión muy diferente a lo que sugiere el nombre Contador Público.
A muchos de nuestros Contadores Profesionales y aspirantes a serlo se les pide defender la profesión contra ataques que nunca se evidencian. También se les pide defender un nacionalismo inviable y banal, formando un “estado de opinión” sobre una Contaduría Pública que no tiene relación con la realidad global. Pero no se les pide defender la profesión con base en un aumento de la competitividad profesional.
Arropar la capacidad profesional con una colcha de retazos como nuestra legislación contable, y además defenderla de la supuesta inconveniencia de unas incomprendidas normas internacionales es bastante complicado de sostener en una discusión seria principio por principio, norma por norma y regla por regla. Que tal seguir con un sistema corrupto que acepta supuestas experiencias contables e investigativas para certificar competencias de Contador…. ¿Público?
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