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lunes, 30 de agosto de 2010

Otro enfoque de la Contaduría Pública. ¿Rectificación de rumbo?

En Colombia para entrar a desempeñarse profesionalmente en la preparación y aseguramiento de la información financiera, para adelantar ciertas actividades especializadas de la disciplina contable y para desempeñar ciertos cargos relacionados con el control societario, se ha  hecho exigible la ostentación de un título de profesional universitario obtenido en un programa de contaduría pública, y haber obtenido una matrícula ante una junta de contadores.
La “firma”  del Contador Público se ha incrustado en el colectivo social como indispensable para darle fuerza de credibilidad a mucha información solicitada  y  como la única vía para asegurar cumplimiento. Esta situación ha originado una generación espontánea de responsabilidades más allá del ámbito del ejercicio de la disciplina contable y de las competencias exigidas al Contador Profesional. Una de ellas es la que nace alrededor de la necesidad de clasificar a la gente por niveles de ingreso.
No es difícil observar el considerable número de profesionales de la Contaduría Pública que  no la ejercen (la contaduría pública) como profesión, sino que están involucrados en  vinculaciones laborales en la cadena de suministro de información o ejerciendo cargos de dirección en diferentes tipos de empresas comerciales e industriales, en la educación y en el sector público.
El ejercicio profesional de la contaduría pública implica opinión. Esta opinión la expresa el contador profesional por vía de diferentes formas tipificadas como certificación, dictamen o informe. Cada una de estas formas de dar opinión está respaldada por una regulación y su existencia está fundamentada en el principio de la confianza pública.
El desempeño profesional puede implicar la certificación de estados financieros, la preparación y certificación de declaraciones tributarias o el dictamen a los estados financieros, o en muchos casos informes específicos relacionados con la información de  los estados financieros y de los libros de contabilidad.
El desempeño laboral  va desde la operación de mantenimiento de registros en interfaces contables, dirección y supervisión de sistemas contables integrados, hasta la preparación de información financiera para múltiples receptores.   Un caso específico y muy atípico del desempeño laboral es el que se da en el cargo de la revisoría fiscal. Otra caso sería  el desempeño en oficios que no son propios de la disciplina contable ni de la formación profesional del contador.
Tal como ocurre en otras profesiones, en Contaduría Pública se puede estar involucrado en la docencia universitaria, en cargos del sector educativo  o en la investigación académica. 
Si hacemos una reflexión profunda y guiada por la razón, nos podríamos preguntar si para todo este espectro de desempeño se necesita el mismo grado de capacidad y competencias. Consecuentemente podríamos generar la propuesta de una certificación diferenciada del Contador Profesional para su desempeño en las diferentes áreas de su competencia.
Para alcanzar una profesión identificada alrededor de sus capacidades requeridas y las competencias necesarias en sus practicantes, debemos suponer que solo lo podremos lograr a través del respeto  por ley moral. Seguir insistiendo en una regulación guiada por autoridad política o por los apetitos individuales parece que no resulta. Necesitamos una Junta de (¿Central?) Contadores Públicos con líderes que sepan percibir la realidad, y que no insistan en crear otra realidad tallada a sus afectos e inclinaciones.
La nueva generación de contadores y los contadores con expectativas vigentes, deben entender los roles posibles en la cadena de suministro de información ya sea como consumidores, preparadores, aseguradores, normalizadores, reguladores, autoridad de vigilancia, academia y gremio.
Vivimos en una era donde la disciplina contable es casi que completamente automatizable. Esta realidad obliga a entender los conceptos de información financiera con propósito general y aseguramiento, y relanzar una profesión lista para trabajar al nivel de competencias exigida por esta realidad. ¿Para que insistir, en la formación profesional alrededor de las técnicas contables de los oficios con soportes, libros y asientos; alrededor de conocimientos discursivos con categorías de elementos de estados financieros;   y alrededor de cumplimientos legales  tributarios y societarios? ¿Porque incentivar el servicio de valor agregado y autoimponernos el cargo de asesor de la gerencia?
¿Y a que obliga la nueva realidad a la academia? ¿A seguir siendo fábrica de contadores con perfiles iguales a los docentes o a los pares amigos? Hay programas de contaduría que reciben calificación de los pares amigos por saber o no llenar formatos. Muchos programas de contaduría no pasarían una prueba de pertinencia aplicada con rigor metodológico. En estos programas de contaduría fácilmente se puede observar docentes sin preparación disciplinar en contabilidad y auditoría, ni formación profesional en contaduría pública, investigadores sin producción escrita efectiva, talleres que no recrean la realidad, mucha erudición en análisis de artículos tributarios y escasa utilización de la tecnología informática.
Las actitudes del nuevo liderazgo contable deberían ser proactivas y no reactivas. El nuevo líder debe entender la realidad de otros y no tratar de cambiarla con gritos o con actitudes asolapadas. El líder debe vivir en la realidad de hoy y visionar otra realidad mejor para sus seguidores: Esta visión se debe poder alcanzar suscribiendo un plan de trabajo de acuerdo a políticas aceptadas por la mayoría y toleradas por la sociedad.
La realidad de hoy nos indica que se debe crear una nueva Junta de Contadores Públicos y como mínimo se debe producir un plan alrededor de cuatro ejes temáticos:
  • Estatutos de acuerdo a las nuevas realidades normativas y de los mercados
  • Roles y responsabilidades
  • Educación y evaluación
  • Desarrollo de capacidades

¿Lo digo yo? ¡No!.  IFAC ha creado un documento titulado Establecimiento y Desarrollo de un Órgano de Representación de los Profesionales de la Contaduría Pública, donde ha desarrollado unas guías para la creación, implementación y el mantenimiento de organismos gremiales alrededor de la Contaduría Pública.  El documento consta de  una introducción,  cuatro guías  y un apéndice.



"La capacidad, la competencia y la conducta al trabajar sobre información financiera global"


1 comentario:

  1. me gustaria saber las realidades y perspectivas de la contaduria?? gracias

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