El objetivo
principal de este artículo es invitar a la argumentación para apoyar la búsqueda de una unidad gremial en el
ejercicio de la Contaduría Pública. Esto conllevaría a discutir el tema del perfil competitivo, la necesidad de actualización
con servicios educativos de calidad y a costos razonables, y un estatuto de actuación
profesional y ética actualizado, y sobre todo vigilado. El mercado y el estado nos
llevarían a lo de las tarifas, pero con
unos dirigentes gremiales que vigilen eficazmente la tendencia de destrucción
de valor por ofrecimientos antiéticos.
Para cumplir
ese propósito es necesario distinguir cuando un profesional está haciendo explotación
económica de los oficios de la disciplina contable y cuándo se está en el campo
de actuación profesional reglamentado para los Contadores Públicos. Hay que
destacar que la Contaduría Pública de acuerdo a estándares internacionales supone que los Contadores Profesionales ofrecen
los servicios de Compilación, Revisión, Auditoria y otros aseguramientos de información financiera. También se supone
que las certificaciones de las competencias para la prestación de estos
servicios deben tener fuerte vigilancia gremial.
Sin embargo,
en los ambientes nacionales de los países donde no opera un mercado de capital significativo
los servicios de los contadores profesionales tienden a concentrarse en la teneduría
de libro, y otras tareas conexas como preparación
de nóminas y de formatos para las diferentes declaraciones de responsabilidad
tributaria. Además, en estas economías reconocidas como capitalista con fuerte intervención
del estado, llamada capitalismo de estado, se tiende a utilizar a esta profesión como
agente del estado imponiéndole tareas de fiscalización societaria por ley.
Analicemos
de manera particular nuestro entorno, donde la escasez de fuentes de servicios para la Contaduría Pública
como los definen los estándares internacionales hacen desplazar a los recién egresados de esta
profesión hacia los oficios laborales de la disciplina contable, y a los
profesionales exitosos al asesoramiento gerencial sobre los aspectos contables de la tributación, de la
administración de los negocios y a la práctica del aseguramiento en la fiscalización
societaria. En la realidad se ha visto que unos y otros compiten ferozmente por
los servicios de la fiscalización societaria con una única arma: las tarifas.
Esta situación es particularmente grave, ya que en los servicios de aseguramiento de información,
donde se podría ser competitivo, no se ha facilitado la entrada de la firmas y
del profesional nacional porque se le ha mantenido en actitud de rechazo con un
discurso reactivo negativo a la natural función de lo que es la Contaduría Pública
según estándares internacionales: el
aseguramiento de información. Grave, entonces que a la firmas internacionales se les de esta ventaja en un momento que se habla de la
competitividad.
Más grave es
la desnaturalización del servicio profesional por los ofrecimientos de
servicios de “valor agregado” a que se
ve obligado el Contador Profesional para poder hacer competitivas las tarifas de
las tareas de aseguramiento impuestas por el estado a esta profesión para la colaboración en la función
de fiscalización societaria.
Dicho de
otra manera, estamos ante la subutilización
de una profesión que alimenta anualmente de manera impresionante la oferta laboral
de servicios complementarios y conexos a la disciplina contable; y que por otra parte, está estática ante el reparto
de la torta de los servicios de aseguramiento de información financiera, y los
servicios de asesoramiento gerencial sobre la preparación y presentación de información
financiera para la toma de decisiones.
Así pues,
fijadas estas bases y esta propuesta, podremos continuar con el punto central
que es la unidad gremial, buscando que aparezcan argumentaciones que nutran
esta discusión para llegar con una propuesta de reglamentación de los servicios
de aseguramiento y fiscalización que deben
ser prestados por los profesionales en la práctica de la Contaduría Pública.
Esta propuesta de reglamentación tendría
como objetivos secundarios, por una parte la financiación a costos razonable de
la actualización de los contadores practicantes en las competencias propias de
la globalización de la profesión, y por otra, elevar su nivel de competitividad
que en una economía de mercado es la única que se supone debe determinar los
precios de los bienes y servicios.
En
particular se debe argumentar siguiendo, por ejemplo, lo que dice la ley 43 de 1990 sobre
el perfil del Contador Profesional en ejercicio
de la Contaduría Publica. Analizar este perfil
siguiendo como hilo conductor los
estándares del ejercicio profesional de la Federación Internacional de
Contadores Certificados (IFAC por su sigla en inglés). Hay que tener en cuenta también
la realidad de los mercados, las tendencias a las que nos hemos comprometido
seguir internacionalmente y la facultad de intervención en la economía por
parte de estado.
Ahora mismo
se debe considerar que estamos en el tiempo justo para esta discusión, ya que
los esfuerzos de convergencia activa
hacia estándares internacionales están cobrando una fuerza importante en los
niveles nacionales y están siendo reclamado por reglamentación legal. Esta es
otra arista a discutir con los entes reguladores.
En Globaliconta tenemos la convicción
que la lucha por “unidad gremial y tarifas justas” se debe realinear como lucha por una Unidad gremial hacia la búsqueda del perfil adecuado para la competitividad.
Este
convencimiento de Globaliconta
se basa en nuestra inserción en una economía de mercado, donde debemos luchar
con el estado para intervenir en las
inequidades propias de la falta de vigilancia y control.
En pocas
palabras Globaliconta impulsa
la capacitación, competencia y competitividad
con ayuda del estado para los Contadores Públicos que garantizan la confianza pública en la información
financiera.
Globaliconta hace un llamado para acabar
con la exclusión con la que se le ha puesto tenaza a los que piensan más allá
de la contabilidad y de la fiscalización societaria. Abramos el debate extendiéndole
invitación a todos los contradictores en los foros, simposios, conferencias y demás eventos de la profesión.
En conclusión,
trabajemos por tarifas dignas que podamos sacar del mundo de la competencia
cuando los perfiles se aclaren, los temas filosóficos y metafísicos den paso a
los tema de la Contaduría Publica.
"La capacidad, la competencia y la conducta al trabajar sobre información financiera global"
Me parecen muy acertadas las afirmaciones del Dr. Rodriguez; debemos luchar por la unificación gremial, es la única forma de lograr propuestas mas razonables en beneficio del gremio. Por favor coordinemos reuniones en Cartagena para concertar proyecciones
ResponderEliminarDe acuerdo totalmente, con la propuesta de impulsar la agremiación incluyente en la Contaduría Publica y la búsqueda de tarifas competitivas (¿dignas?)para esta profesión. (Parte1)
ResponderEliminarPropongo aplicar la estrategia de dividir y vencer, explico el tema, personalmente pienso que los frentes de trabajos posibles para lograrlo, es la educación permanente, así como la educación con énfasis el ejercicio de la profesión con total ética.
De esto debemos encargarnos cada uno de nosotros, los que estamos en el ejercicio contable, llámese academia o ejercicio profesional independiente o dependiente, inculcando en nuestro entorno y SOBRETODO DANDO EJEMPLO a nuestros estudiantes, practicantes, auxiliares contables, colegas, y A NUESTROS CLIENTES, de un ejercicio ético.
Este es el verdadero inicio, si bien es cierto, que el que comienza cobrando barato, a lo largo de su ejercicio profesional y hasta sus últimos días, terminara cobrando barato, requiere que alguien le abra los ojos a ESTA PRACTICA POCO BENEFICIOSA, SOBRE TODO PARA EL.
Adicionalmente, contribuiriamos mucho si nos reunimos permanentemente con nuestros colegas y suscesores, para estudiar y compartir infromación de la plaza en que nos desempeñamos. Los empresarios generalmente saben que existe mucha oferta de contadores y ellos asimilan nuestro ejercicio profesional a un producto alimenticio que en cosecha disminuye su precio. Si usted como Contador cree lo mismo, estará en lo cierto, sin embargo si cree lo contrario, también estará en lo cierto. USTED ESCOJA, libre albedrío, la mejor herramienta que Dios nos ha dejado y que mal usada es letal.
Ivan jimenez, www.escueladecontaduria.com/moodle, ivanjiye@gmail.com