Hablar de información financiera en países donde no se toman muchas decisiones económicas a nivel de inversionistas es muy complicado. En estos ambientes se confunden los objetivos de la información contable con los de la información financiera, y no se tiene muy claro lo que es la utilidad para toma de decisiones, ni que es la utilidad para la evaluación de la gestión empresarial y de la evolución de los negocios misionales.
Es muy frecuente encontrar en países sin mercado de capital, versiones modificadas de lo que la práctica profesional internacional ha desarrollado como aseguramiento de información. Y es así como se observan también perfiles diferenciados del Contador Público o perfiles no claramente definidos de la Contaduría Pública convergente hacia prácticas internacionales.
También es muy frecuente encontrar en estos medios opiniones o creencias de que las normas de contabilidad y de información financiera deben seguir siendo debatidas, estandarizadas, reguladas y promulgadas por la profesión contable.
La fuerte emocionalidad nacionalista ha propiciado intensas discusiones de los contadores agremiados hacia objetivos de protección de una profesión que vive supuesta o realmente amenazada por el establecimiento y por los intereses de firmas multinacionales. El caudillismo propio de estos ambientes ha podido posicionar doctrinas contables fruto de propuestas brillantes pero que carecen de debates democráticos y consensos dentro de la profesión mundial.
Todo esto ha descuidado la defensa de la competencia profesional. Este descuido tiene hoy a la mayoría de programas de contaduría con una alarmante falta de identidad, con una insinceridad en su calificación de calidad, con serias falencias, descuidos y confusiones en su proceso pedagógico y una actividad curricular pobre para conseguir la formación de un Contador Público competitivo a nivel mundial.
Mucha fuerza puesta por el nacionalismo banal en estas improductivas discusiones han dejado a la Contaduría Pública en mano de funcionarios del sector político no especializado, lo que se constituye en una oportunidad para que los militantes de intereses políticos sigan el camino fácil de las orientaciones caprichosas de algunos “dueños de opinión” que buscan triunfos personales de naturaleza revanchista.
Hoy en día tenemos una variante del perfil del Contador Público hacia un Contador Asesor con claro compromiso por la prestación de servicios profesionales a nivel de disciplina contable y con muchas responsabilidades de ley como la de velar por el correcto procesamiento de la contabilidad, informar sobre el cumplimiento de la ley y de las ordenes de los órganos societarios en los actos de los administradores, auditar el control interno sobre los objetivos societarios. Otra variante del perfil Contador Público es la de los dueños de discursos filosóficos, hermenéutico, ambientales y otras travesuras epistemológicas desconectadas del ejercicio profesional de una Contaduría Pública que debería ser convergente hacia perfiles internacionales.
La disciplina contable, su conocimiento y las habilidades necesarias para el ejercicio profesional de la preparación y el aseguramiento de la información financiera han sido descuidadas. En su lugar se está poniendo de moda una exageración de lo que debe ser la formación integral del Contador Profesional con mucha transversalidad disciplinar en una profesión que se ha identificado con su verdadera disciplina.
Al lado de la problemática no resuelta de los Contadores Públicos, subsiste la falta de interés con la que hoy se mira el camino de la convergencia hacia estándares internacionales de información financiera para toma de decisión. Por ello dejando a un lado la problemática de la industria contable es tiempo de comenzar a ver lo que se avecina para los empresarios y para los agentes administradores de los negocios y las empresas: ¡La toma de decisión con información financiera estandarizada!
Estudiemos pues: Situación Financiera, Resultados y Cambios en la Posición Financiera como estructuras necesarias de la información financiera para los usuarios interesados en la toma de decisión.
"La capacidad, la competencia y la conducta al trabajar sobre información financiera global"
Estoy de acuerdo, en casi todo, no concuerdo en que se esté descuidando las normas internacionales, nunca entendí porque los procesos de manejo de Excel,( programación en VB, Macros, tablas de integración) nunca se enseñan como parte fundamental de las herramientas que debe manejar un contador, este facilita el entendimiento y la conceptualización de la información financiera, además que le permite responder a velocidades requeridas en un país de improvisaciones. Se escucha decir que eso es de auxiliares, pero creo que la falla de los perfiles de los contadores esta en este tópico, por que si se domina esa hoja de cálculo, el resto es aplicar los conceptos en los que si nos prepararon las universidades y que andamos rebosados, como el puc y el estatuto tributario, el 2649 la ley 222, etc. Y ahora las NIIF-nic. Todo lo que sea teoría, es rápida su divulgación y aprendizaje, es la especialidad de nuestros académicos. Como quien dice para discursos “sobraos”. Creo que la equivocación estuvo en pretender programar, y no aprender a manejar aplicaciones.
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