La preparación de la declaración de renta de las empresas empieza con la recepción de los estados financieros.
Los rubros de los estados financieros deben estar relacionados con los saldos de las cuentas y estos con los registros contables que los originan, hasta llegar a los soportes.
Lo anterior lo posibilita un sistema contable que expone los libros contables al análisis.
A nivel del modelo de datos los libros se corresponden con tablas de registros contables de las transacciones y tablas de sumarización por grupos de cuentas. Las tablas pueden ser conectadas hacia visualización en columnas y filas del Excel.
Se dispone de diferentes estructuras con las que se puede presentar los hechos contables.
1. Saldos de cuentas
2. Estructura financiera
3. Estructura de formularios de declaraciones tributarias.
La automatización del cambio de estructura es posible usando macros de Excel o su tecnología BI. En ambos casos se debe hacer conexión, extracción, transformación y cargue al modelo de datos de donde se hará la visualización de las diferentes estructuras
Hay una depuración analítica para que la presentación de las estructuras tributarias permitan calcular los tributos correspondiente. Esta depuración nos permitirá obtener el patrimonio líquido gravable y la renta líquida gravable.
En el patrimonio líquido gravable deben quedar sólo los activos productores de renta y sus pasivos correlativos.
La renta líquida gravable debe quedar los ingresos gravables y los gastos descontables y los deducibles
Hay que tener en cuenta que habrá partidas que permite la legislación tributaria que no son procedentes de la contabilidad, como las ingresos y gastos presuntos, algunos descuentos tributarios.
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