La información financiera nació como consecuencia de la necesidad de darle confianza al inversor. Este inversionista por no estar en el día a día de las operaciones empresariales necesita leer una información mínima que sea útil para su toma de decisión. Esta información por consiguiente, la requiere el inversionista oportunamente, con características de comparabilidad y pertinencia, y emitidas con reglas claras y que gocen de general aceptación.
En USA la gente sale a surtir su canasta básica periódicamente. Esta misma gente por un buen trecho de vida compra los recursos educativos para hacerse a una educación, a un carro para desplazarse a distancias cada vez más lejos de su hogar y a una casa de habitación. Esta gente vive dentro de un sistema calculado para proveer los empleos necesarios para darles confianza a los proveedores de estos mercados sobre la cantidad y calidad a proveer. Este mismo sistema está calculado para que durante el tiempo de expectativa de vida de cada persona disponga del efectivo para sufragar los gastos y honrar los créditos sobre ingresos futuros. Pero también hay en USA gente que puede salir a hacer mercado de recursos financieros para que apostándole al crecimiento económico se pueda hacer unos pesos adicionales, utilizando para ello sus excedentes de cajas o el dinero recibido en préstamos del sector bancario.
En Colombia hay gente que no puede ni siquiera a salir a hacer el mercado básico. Esta gente se educará en establecimientos financiados con recursos públicos, escasamente puede tomar uno o dos taxis adicionales a los buses diarios y permanecen en casa de los padres hasta tarde en su vida. Esta gente vive en un sistema calculado para que el estado pueda dar confianza a los inversionistas extranjeros para que ayuden a darle continuidad al ofrecimiento de los mercados de bienes y servicios necesitados por todos. Aquí en Colombia la clase trabajadora nunca puede salir a hacer mercado de bienes y servicios financieros, ni alcanza a acceder al crédito bancario para realizar sus sueños de emprendimiento.
En ambos casos podemos encontrar un denominador común " confianza". Este término ha ayudado a generar un concepto de información financiera que hace crear reglas contables que cada día son confrontadas con los intereses de los inversionistas. Pero también podemos ver claramente una necesidad de que los gobiernos de los estados de las economías precarias confíen en esa misma información para poder controlar sus intereses: la economía nacional y el bienestar social. Y muchas veces estos intereses son contrapuestos a los de los inversionistas.
La información financiera debe obedecer a las reglas contables que están incluidas en una serie de artículos de nuestras leyes, decretos y regulaciones emitidas dentro las políticas de estados de confianza inversionista, regulación de la economía y del bienestar social. Estas reglas que siempre se ha dicho ser el fruto del esfuerzo intelectual de pocos contadores que interpretan el pensamiento de los gobiernos de turno y acomodan las regulaciones contables internacionales a nuestras necesidades y particularidades; reglas contables que nos han costado mucho esfuerzo intelectual, dolores y sufrimientos a los contadores académicos están por ser cambiadas por otras que cuestan dólares y endeudamiento a los contadores del futuro.
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