¿Contabilidad Internacional por principios o por reglas? ¿Porque reformar el 2649?

Por: Hernan Rodriguez

Las "reformas" y reglas fueron unas de las causas principales de los últimos escándalos contables. Unos cuantos escándalos parecen ser casos de puros y simples esquinces, y un par de ellos parecen ser impulsados por la extrema codicia; pero la mayoría de los casos reflejan en frecuencias altas la necesidad de mostrar buenas ganancias en los reportes

Actuando sobre la premisa de que "en el sector privado hay mas corrupción que en el gubernamental," los gobiernos han estigmatizado a todos los ejecutivos de empresas por la mala conducta de unos pocos y se han apresurado a promulgar un cubrimiento ofensivo contra "el fraude de negocios."

Antes de que las "reformas" contables sean adoptadas o legisladas y que se sigan emitiendo nuevas normas, el público y los reguladores deberían llegar a un acuerdo sobre un hecho básico: Las "reformas" y reglas fueron unas de las causas principales de los últimos escándalos contables.

Unos cuantos escándalos parecen ser casos de puros y simples esquinces, y un par de ellos parecen ser impulsados por la extrema codicia; pero la mayoría de los casos reflejan en frecuencias altas la necesidad de mostrar buenas ganancias en los reportes trimestrales, con lo cual se mantienen valores para los accionistas.

¿De donde viene este énfasis en el rendimiento trimestral de la inversión? Fue la consecuencia no deseada de anteriores reformas, en las que se tuvo la buena intención de proporcionar información más oportuna sobre la rentabilidad y las condiciones financieras de las empresas de propiedad pública.

La más oportuna presentación de informes trimestrales concentró la atención sobre el rendimiento a corto plazo. Ahora las acciones se emiten o rotan cada tres meses, y la contabilidad se concentra en perfeccionarse a sí misma.

Otra consecuencia no deseada resultó de pasar de una concepción basada en principio a una basada en reglas para los sistemas contables. En los viejos tiempos, la contabilidad se basaba en principios. La gente sabía lo que significaban los principios, y con la excepción de las desviaciones por fraude, los principios entregaban buenos resultados.

Pero cada vez que se produjo un error o en el caso de fraude, los reguladores respondieron con la promulgación de una norma especifica diseñada para prevenir un fraude o resultado engañoso. Con el paso del tiempo y la multiplicación de normas, estas tomaron el lugar de los principios.

Los problemas de Enron se originaron en estos sistemas basados en normas especificas. Los contadores pudieron justificar la ausencia de registros de la deuda de las asociaciones, ya que fue en cumplimiento de normas. En efecto, el cumplimiento de las normas forzó el respaldo de los principios de contabilidad, y la demanda por informes de desempeño trimestral forzaron las interpretaciones de las normas produciendo declaraciones engañosas.

Lo que se necesita son más principios de contabilidad y menos elaboración de normas tipo PUC. Pero el proceso se está moviendo en la otra dirección. Los reguladores quieren acortar el tiempo en que las empresas han de liberar los informes trimestrales.

Acortar el período para informar aumenta las probabilidades de error. La moda ahora es la de hacer, tanto al principal funcionario ejecutivo y al director financiero
personalmente junto con el contador responsables de la exactitud de los estados contables. Por lo tanto, cualquier error que requiere reformulación expone a los ejecutivos a enjuiciamiento penal a la discreción de un fiscal de acusación.

¿Cómo le gustaría ser declarado penalmente responsable de unos estados preparados a prisa sobre un tema sobre el que usted sabe poco? Las empresas trabajan sobre la confianza pública. Rara vez los ejecutivos son contadores, pero ellos tienen que actuar por lo que le proporcionan los contadores. Hacer responsable penalmente a unos u otros suenan y parece ser tiránico.

La intención de la penalización de los errores contables asumiendo con ello el supuesto de fraude, no ha producido ningún clamor digno de un pueblo libre. Este enfoque de rendición de cuentas es injusto, sobre todo en una contabilidad basada en normas dado que en el existen diferencias de interpretación sobre el significado de las normas.