Por:Hernan Rodriguez
Pasaron los días donde solo saber lo que era un activo, un pasivo, un ingreso y un gasto era el conocimiento necesario para confeccionar y clasificar unos estados financieros
En los mercados financieros la Contabilidad con presentación de información basada en costos históricos esta amenazada. Pasaron los días donde solo saber lo que era un activo, un pasivo, un ingreso y un gasto era el conocimiento necesario para confeccionar y clasificar unos estados financieros. Estos elementos los distinguía claramente el practicante de la profesión contable, y lo hacia muy rutinariamente aplicando reglas sencillas de reconocimiento y medición. Las mediciones mas complicadas tenían que ver con los inventarios.
La amenaza del valor razonable, aun con sus reglas limitantes, saca del contexto competitivo a los practicantes del valor histórico. Por consiguiente nace la necesidad de crear otro perfil de practicante contable, mas especializado en representación numérica de fenómenos económicos especulativos. Representar la incertidumbre en los estados financieros no es para el perfil de nuestros contadores, educados estos con reglas tan específicas de valor histórico, como los PUCs.
La Academia de nuestras facultades de nuestros programas de contaduría todavía enseña como mover la cuenta 4135 y sus IVAs y Retenciones correlacionadas. No se ha movido la academia a discutir la epistemología contable que hace valido el concepto de valor razonable. Los catedráticos contadores no problematizan, con la introducción de ejercicios que le demuestren al alumno la validez o invalidez epistémica de este concepto. Más bien estos últimos se aferran irracionalmente al rechazo de la realidad para no mover su discurso de hojitas heredadas.
Nuestros ilustres reguladores contables de la profesión, todavía están paralizados en el discurso sobre el modelo donde la representatividad gremial pesa más que el discurso técnico. Donde la necesidad de "disciplina" (comportamiento de acuerdo a paradigmas) esta privilegiado en contra de la defensa del comportamiento ético y el debido ejercicio profesional.
La elite de la Contaduría Pública Colombiana es jubilable no por su avanzada edad cronológica, si no por su atascamiento generacional. Vivir de Honorarios de representación gremial no es tan digno que vivir de las exiguas tarifas de honorarios "éticos", generadas por la confección de rete-fuentes, "firmas de balances" y una asesoría tributaria anual.
El mundo externo viaja en esfuerzos de convergencias, multilenguaje contable, manejo tecnológico de la información. Este mismo mundo exige pensamiento crítico y educación continua.
¡Reforma no! ¡Revolución contable colombiana si! ¡No mas retefuentes a $10.000.oo ni contabilidades por ayudas financieras!
sábado, 15 de marzo de 2008
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