Entiendo que haya contadores con pensamiento político diferente al neoliberalismo, y que con ese pensamiento denuncien lo injusto de las fuerzas del mercado globalizado. Entiendo a estos colegas cuando tratan de sustentar, con ayuda de la filosofía Kantiana, el porque de su rechazo.
Entiendo que haya contadores con pensamiento político diferente al neoliberalismo, y que con ese pensamiento denuncien lo injusto de las fuerzas del mercado globalizado. Entiendo a estos colegas cuando tratan de sustentar, con ayuda de la filosofía Kantiana, el porque de su rechazo. Entiendo posiciones como la de algunos colegas cuyo pensamiento germinó en los 70 y floreció en los 80, y que adelantaron luchas quijotescas para incluso atacar el proyecto del 2649.
Soy tolerante con la corriente escéptica que todavía circula en los claustros universitarios, que ataca la corriente reguladora patrocinada por organismos globales y multinacionales de auditoria. Tolero que a los estudiantes se les aconseje optar por cátedras electivas como contabilidad ambiental y epistemología contable, en su potestad de elegir la cátedra de contabilidad internacional. Admito el hecho que se matriculen solo 5 o 7 en la cátedra de contabilidad internacional contra 20 o más de las otras cátedras electivas.
Entiendo y tolero, pero cuando trato de razonar siempre ataco el hecho de que los detractores de la contabilidad de mercado de capital no tengan competencias técnicas para ejercer en ese mercado, ni para proponer alternativas de regulación técnica. No es justo, desde mi punto de vista, que algunos padres de la patria contable no admitan la existencia de lo que existe, y que no se comprometan técnicamente.
Los invito a todos a participar en unas pruebas Ecaes, a diagnosticar el nivel de su pensamiento crítico y a participar en exámenes de certificación internacional. Después de esta autoevaluación dirigida, que cada uno de nosotros los contadores colombianos vote en conciencia si adaptamos, adoptamos o aprendemos a instrumentalizar las normas internacionales. Y también así podremos volver a elegir a nuestros líderes, dentro de los más capaces política y técnicamente.
¡Mucha competencia en reconocimiento, medición y presentación de elementos de los estados financieros para el año 2008!
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